ERNEST HEMINGWAY

Es una de las figuras más populares de la literatura norteamericana del siglo XX. Su vida está íntimamente ligada a su obra, ya que muchas de sus páginas literarias son documentos extraídos de sus experiencias aventureras y turbulentas.

Nació cerca de Chicago en 1899 y desde la infancia ya demuestra su inestabilidad e inadaptación que le caracterizaron siempre.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Hemingway no tardó en alistarse, siendo destinado a Francia e Italia. Esta experiencia le da una visión objetiva y real de este conflicto, que plasmó en las páginas de sus mejores obras.

Después del final de la guerra, volvió a Europa como corresponsal en Grecia durante la revolución. También como periodista vive en París el ambiente bohemio tan coherente con su temperamento. Es en París donde decide abandonar el periodismo y dedicarse a plasmar sus experiencias en creaciones literarias.

Durante la Guerra Civil Española también trabajó como corresponsal y se convirtió en un gran admirador de nuestro país: los Sanfermines, los toros y el ambiente distendido y social.

Durante la Segunda Guerra Mundial se traslada a Inglaterra como corresponsal de un periódico y participa en el desembarco de Normandía y la liberación de París.

Sus relatos están escritos sin adornos retóricos ni profundas reflexiones. En todos ellos encontramos, más o menos encubierta, la misma idea: la relación de violencia existente entre el hombre y la naturaleza o entre el hombre y sus semejantes. La visión que tiene del mundo es dura y cruel, pero Hemingway se limita a presentarlo con objetividad, sin mostrarse conmovido ni moralizante. Los personajes tienen poca hondura. Sus pasiones y emociones son primitivas y los conflictos los resuelven con la evasión y la bebida.

En «Adiós a las armas» refleja sus experiencias de la Primera Guerra Mundial. En «Fiesta» relata la vida ociosa y sin sentido de jóvenes norteamericanos en París y en España que son pesimistas ante la vida. En «Por quien doblan las campanas» relata la Guerra Civil Española. En «Muerte en la tarde» cuenta la lucha del hombre contra la fiera, en este caso, el toro. Una pieza maestra es «El viejo y el mar», en que nos muestra a un viejo pescador en lucha con un pez de extraordinario tamaño. Y en «Las nieves del Kilimanjaro» se basa en sus propias experiencias en África.

Le fue concedido el PREMIO NOBEL en 1954. Hemingway se suicidó en 1961 después de varios episodios depresivos graves.

ALBERT CAMUS

Toda su obra en general está marcada por la influencia de una visión mediterránea.

De familia francesa, nació en Argelia en 1913. Vivió feliz y libre durante su infancia y adolescencia en Argel con su madre y su hermano.

Después del bachillerato trabajó en diversos oficios para pagarse los estudios de Filosofía. Consiguió pronto un trabajo de periodista.

Murió en un accidente automovilista en 1960.

Su serie de ensayos lo sitúan entre los mejores ensayistas del siglo XX. En sus novelas y piezas teatrales expresa de forma clara la evolución y las características de su pensamiento, enmarcado en la filosofía existencialista.

El disfrute de una vida libre y sencilla, a orillas del Mediterráneo, lleva a Camus a un vitalismo y la búsqueda de una felicidad sensible y fácil en la naturaleza. Desconfía de las ideologías porque le parecen una evasión de la realidad.

Los dos rasgos que caracterizan su obra son: un estilo elegante, sobrio y natural, y el contenido que da a sus personajes. Cada personaje representa a un tipo humano cargado de un pensamiento muy concreto, que le hace adoptar unas posturas determinadas ante la vida.

Sus primeras obras son una exaltación vital y confiada en los valores elementales de su niñez.

Posteriormente, sus obras toman conciencia del absurdo de la existencia humana. En su obra «La peste» refleja todos y cada uno de los arquetipos que se pueden ver durante una crisis humanitaria.

La profundidad y riqueza de pensamiento de este escritor, su propia honradez y la que exige a los hombres, su fe en los valores del ser humano, le sitúan un poco por encima del pensamiento existencialista, generalmente mñas pesimista.

Fue galardonado con el PREMIO NOBEL en 1957.

Obras de Albert Camus: «El mito de Sísifo», «El hombre rebelde», «El extranjero», «La peste», «Caligula», «Los justos».

FRANZ KAFKA

Kafka era un modesto empleado de seguros de origen judío que dejó tras de sí una obra de enorme profundidad. Poco antes de morir pidió a su amigo Max Brod que destruyera todos sus manuscritos, pero éste no encontró valor para destruir una obra que sabía valiosísima, sino que logró publicarla, aunque es posible que el propio Kafka destruyera algunos de sus escritos.

En la obra de Kafka se repiten las mismas ideas centrales: la pérdida de la personalidad individual absorbida por el mecanismo social y la angustia de hombre al tener que vivir una vida sin sentido y sometido a unos poderes de los que ignora todo.

En «El proceso», José K, funcionario de banco, es detenido y procesado por causas que ignora. Durante toda la obra este protagonista, del que nada sabemos, se esfuerza inútilmente por aclarar el misterio de su proceso, tropezando siempre con funcionarios que no le explican nada, reglamentos y leyes incomprensibles y, al final, la sentencia se cumple sin que el acusado sepa por qué se le condena, aunque convencido de que es necesario que se cumpla la sentencia.

José K es el símbolo del hombre despersonalizado, una simple pieza de la máquina social. Por ello no da ningun rasgo par caracterizarle, es más: el hecho de que su apellido solo sea K significa que puede ser cualquier individuo.

En «El castillo» nos habla de un castillo y el señor que lo habita, siendo uno y otro inalcanzables. La ansiedad por llegar al castillo y saber qué es lo que quiere su señor del personaje central es el eje de la historia. En la historia se engranan las situaciones más absurdas y desprovistas de sentido con un telón de fondo lógico.

En esta misma línea de paralelismo entre lo lógico y lo absurdo está «La metamórfosis»: Gregorio Samsa, representante de una casa comercial, lleva una ordenada vida de trabajo y es miembro de una familia normal. Pero una mañana se despierta tras un sueño intranquilo convertido en un gigantesco insecto. Esta situación aumenta su absurdo cuando la familia continua llevando una vida normal a pesar de que uno de sus miembros es un ser monstruoso.

En «América» se refleja la penosa impresión de soledad del hombre, de desorientación sin objetivo ni ideal alguno de un emigrante desorientado que no logra integrarse en la nueva sociedad.

De todas las obras de Kafka se desprende una infinita sensación de angustia. El hombre para Kafka es un ser desorientado que ansía legar a algún lugar, que ignora a donde va y que se siente sometido a misteriosos poderes a lo que teme, pero con los que desea identificarse.

JAMES JOYCE

La obra literaria de James Joyce ejerció una fuerte influencia sobre la técnica narrativa europea en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, después de la publicación de su obra capital: «Ulises».

Nació (1882) y cursó estudios universitarios en Dublín. Era una persona meditativa y solitaria. Muy joven se traslada a Trieste (Italia) para ejercer como profesor de inglés, pero en todos los escritos realizados en esta etapa evoca continuamente Dublín.

Publica varias obras que no obtienen resonancia hasta mucho después: «Gente de Dublín», «Retrato del artista adolescente» o la obra de teatro «Los exiliados», por ejemplo.

Pero su fama universal surge cuando publica «Ulises»: relato minucioso de la vida del protagonista a lo largo de un solo día, desde las ocho de la mañana hasta las tres de la madrugada. Fue publicada por primera vez en París y, catorce años después, en Inglaterra, donde había estado prohibida.

A través de esta obra, el autor plasma su propia vida interior y su personalidad introvertida. Penetra profundamente en todos sus pensamientos, conscientes e inconscientes, sensaciones y ensueños, es una profunda introspección intelectual. Gran parte de la obra está compuesta por monólogos interiores. Todos los pensamientos del protagonista quedan reflejados, incluso los subconscientes. Los hilos narrativos pasan de un tema a otro en un aparente caos, pero el autor cuida la estructura del conjunto minuciosamente.

Esta técnica narrativa es la causa del gran impacto que produjo «Ulises» en la literatura europea, aunque no es de fácil lectura.

Esta obra también contribuyó a crear una conciencia nacional del pueblo irlandés.

MARCEL PROUST

La obra de Marcel Proust representa la culminación de la novela psicológica con una nueva forma de concebir la estructura de la novela.

Nació vivió en París entre 1871 y 1922.

Proust analiza el alma de sus personajes, pero con un análisis lento, profundo y minucioso que lo distancia de autores precedentes.

Su obra principal es «En busca del tiempo perdido», compuesta de siete partes publicadas entre 1913 y 1927. En ella, el autor francés realizó una labor de introspección en la que, recordando todo su pasado y rescatando de esta manera recuerdos nítidos y sensaciones, logró retratar su vida en una narración dentro de la cual se colocó como narrador omnisciente, creando un estilo onírico característico, donde un olor, un sabor pueden cobrar suma importancia, y evocar otra memoria, creando de este modo un increíble mar de literatura. Va saltando de recuerdo en recuerdo sin orden en el tiempo y el espacio. Su sensibilidad le hizo vivir una serie de experiencias y su gran capacidad de expresión le permitió contarlas de una forma original. Solo al final de los siete volúmenes tenemos una idea clara de lo que Proust ha querido decir en su obra. La fugacidad de la vida humana queda convertida en obra de arte para conservar vivos los recuerdos.

Proust dejó para la literatura un retrato de la alta sociedad francesa de principios de siglo y un reflejo de la forma intima de ser del hombre moderno, su mundo interior, sus preocupaciones y su forma de reaccionar.

RAMÓN DEL VALLE-INCLÁN

Don Ramón María del Valle-Inclán fue un escritor de extravagante personalidad que nació en Galicia en 1866 y es uno de los escritores más interesantes y polémicos de la literatura española del siglo XX.

Su misma persona era un personaje más de su creación puesto que cultivaba el misterio de su pasado, cambió su nombre y vestía estrafalariamente.

Escribe poesía, novela, cuantos, ensayos y, sobre todo, teatro.

Valle-Inclán tenía una gran fe en el poder transformador de las palabras y cuidaba con esmero el efecto, sonoridad y ritmo de cada palabra, por lo que es considerado un gran contribuyente al enriquecimiento del idioma español. Recorrió un largo trayecto desde el modernismo de sus comienzos hasta una última fase en la que crea una forma de expresión totalmente nueva y personal. Al mismo tiempo, los temas van cambiando según los estilos de cada época, desde los exóticos ambientes modernistas, pasando por una fase donde lo popular y lo dramático adquieren mayor relieve, para concluir en una deformación grotesca de la realidad española. Guiado siempre por la belleza, Valle-Inclán no cae en el costumbrismo ni en la novela social, sino que convirtió en arte el mundo que le rodea. Poco a poco su estilo perdió artificiosidad y el lenguaje se aproximó al coloquial con giros de dialectos populares, acabando con un estilo violento, humorístico y sarcástico.

Acaba creando el «esperpento»: obras tragi-grotescas escritas con un lenguaje tomado del pueblo, con las que pretende no hacer reír, sino satirizar y criticar una realidad y unos tipos, deformándolos.

Es discutible la pertenencia de Valle-Inclán a la Generación del 98 puesto que sus contemporáneos lo situaban dentro del Modernismo, pero su preocupación por España, sobre todo en su última etapa, definitivamente lo hacen partícipe de este grupo literario.

Sus obras de teatro siguen representándose regularmente.

Obras de Valle-Inclán:

Novelas: «Sonatas» (primavera, verano, otoño, invierno), «Flor de santidad», «El ruedo ibérico», «Tirano Banderas».

Poesía: «Aromas de Leyenda», «La pipa de Kif».

Teatro: «Comedias bárbaras», «Divinas palabras», «Luces de bohemia», «La marquesa Rosalinda», «Farsa y licencia de la reina castiza».

Cuentos: «Jardín umbrío».

PÍO BAROJA

Pío Baroja nació en San Sebastián, estudió medicina en Madrid y ejerció algún tiempo como médico, aunque pronto se dedicó exclusivamente a la literatura.

Pertenece por su actitud vital y por su obra a la «Generación del 98», aunque siempre negó su vinculación a ella por su acentuado individualismo.

Su postura de crítica pesimista le lleva a atacar con ureza las instituciones existentes, as leyes injustas y los convencionalismos sociales, aunque sin apuntar soluciones. Considera la sinceridad como supremo valor y mantiene su postura inconformista durante toda su vida. Late en el fondo de su obra el deseo de conseguir un mundo mejor, un país mejor.

Baroja no tiene preocupación estilistica alguna, su prosa es funcional, está supeditada a la narración, su lenguaje es directo y expresivo.

La producción de Baroja se centra en la novela, con la cual alcanza cimas insuperables.

Los personajes de Baroja tienen una gran vitalidad, son resueltos y actúan sin vacilaciones y con eficacia total en cualquier situación. A través de estos personajes, Baroja expresa su amarga visión del mundo y de la vida. En general, son seres inadaptados, lo cual permite al autor criticar a la sociedad. Para ofrecer una panorámica más completa del sector social que está reflejando, el autor presenta multitud de personajes sin centrarse en ningún secundario.

Sus obras principales son: «La casa de Aizgorri», «El mayorazgo de Labraz», «Zalacaín, el aventurero», «Camino de perfección», «César o nada», «El mundo es ansí», «La busca», «Mala hierba», «Aurora roja», «Desde la última vuelta del camino».

AZORÍN

José Martínez Ruíz nació en Monóver (Alicante) en 1873. Estudió el Bachillerato en Yecla y Derecho en las universidades de Valencia y Madrid.

Por su preocupación y el amor que sentían por España, se sintió unido a los escritores de la «Generación del 98». Con su seudónimo, «Azorín» y a través de sus artículos periodísticos, criticó duramente la situación social y cultural de España y su aislamiento con respecto a Europa.

En 1924 fue elegido miembro de la Academia de la Lengua.

Azorín es un renovador la prosa castellana, logra un bello equilibrio entre las ideas y las palabras, simplifica la forma de expresión de los anteriores autores utilizando frases cortas, eliminando las disgresiones y simplificando las descripciones con lo que consigue una gran armonía. Su prosa tiene gran similitud con la poesía.

En su primera etapa recorrió los pueblos de la Meseta Castellana para profundizar en su realidad económica y social. Más tarde, comienza a recrearse en la belleza de la llanura castellana, olvidando en parte sus preocupaciones sociales.

Posteriormente produjo algunos relatos semi-autobiográficos en los que se demora en detalles de su vida y reflexiones personales. El tema del paso del tiempo y su fugacidad frente a la permanencia de las cosas es una constante en la obra de Azorín.

Obras de Azorín: «Al márgen de los clásicos», «Clásicos y modernos», «Lecturas españolas»; «Rivas y Larra», «De Granada a Castelar», «Los pueblos», «El paisaje de España visto por los españoles», «Alma castellana», «La ruta de don Quijote», «La voluntad», «Antonio Azorín», «Old Spain», «Brandy, mucho brandy»…

PAUL VERLAINE

Paul Verlaine vivió entre 1844 y 1896.

Estuvo en la cárcel durante dos años por disparar a Rimbaud y a la salida ejerce como profesor en Rethel (Francia)

Verlaine es el poeta cumbre del Simbolismo. Refleja en sus versos, dotados de gran musicalidad, sus sentimientos íntimos, que oscilan constantemente de la perversión al arrepentimiento.

En 1883, publica en la revista Lutèce , lo que contribuye a darlo a conocer. Junto con Mallarmé, es tratado como maestro y precursor por los poetas simbolistas y decadentistas. En 1884, publica «Antaño y hogaño», que marca su incorporación a la vanguardia literaria. Sin embargo, a partir de su éxito literario cayó en la miseria económica que solo se suavizó cuando fue elegido «Príncipe de los Poetas» (en 1894) y se le otorgó una pensión.

Lo más importante de su obra es la incorporación a la poesía de un lenguaje vivo y chispeante, casi coloquial. «Cordura» y «Romanzas sin palabras» son sus obras mas destacadas.

La poesía de Verlaine, que no tuvo continuadores en Francia, sirvió a Rubén Darío de punto de partida par iniciar el Modernismo, que tan gran influjo habría de tener en la poesía española posterior.

ARTHUR RIMBAUD

Nació en 1854 y falleció por un carcinoma óseo en 1891. Su infancia fue muy tormentosa por el abandono familiar del padre y la progresiva rigidez de la madre.

En el colegio era muy notoria su superioridad y rápidamente destaca como un alumno brillante y superdotado; obtiene premios en literatura, lenguas y otras asignaturas. Compone en latín fluido poemas, elegías y diálogos. Pero, como dice en su poema «Los poetas de siete años», ya desde esa edad estaba lleno de conflictos internos y de sentimientos de rebeldía.

Se fugó en varias ocasiones hacia París, donde pretendía trabar amistad con famosos editores y escritores.

Era amigo y discípulo de Paul Verlaine, con el que protagonizó escandalosas aventuras.

Compuso sus primeros poemas en la adolescencia y abandonó para siempre la poesía hacia los veinte años, época en la que prefirió dedicarse a una vida estable de trabajo.

Sus composiciones son felices intuiciones poéticas, carentes de sentido lógico, lo que ha hecho que este poeta haya sido considerado el precedente de la poesía surrealista.

Su principal obra poética es «Iluminaciones».